sábado, 23 de octubre de 2010

Las señales de Dios


He estado muy ocupada estos días con "El Travieso", y voy a estarlo más de ahora en adelante.


La semana recién pasada en vista de los pocos avances en su desarrollo, lo llevé a un psiquiatra infantil. Tenía en mi mano una carpeta de examenes efectuado por orden de la neuróloga. Me los pidió y luego de examinarlo y hacerme unas preguntas me señaló que es muy probable que mi hijo tuviera el Síndrome de Asperger .

Sentí que se me venía el mundo encima, y más todavía cuando determinó que a causa de ello yo había entrado en un cuadro depresivo .

Cuando me lo dijo , caí en cuenta que esa tristeza que yo no sabía racionalmente darle nombre más que el de cansacio y estres, era mayor a lo que yo pensaba.

Al salir de la consulta, pues era tarde, mi hijo se quedó dormido en mis brazos, y aferrada a él esa noche, me largué a llorar en forma desconsolada.

Desde niña yo sentía terror al estar frente de personas que tenían autismo, y ahora se me presentaba el problema directamente en mi hijo. Aún cuando es posible que fuera en forma leve, y que con tratamiento es posible que lleven en cierta forma una vida normal, me es difícil vislumbrar una salida, por llamarlo de alguna forma.

Esta semana ha sido muy difícil no poder llorar en la casa, para no inquietar a mis hijos, y en el bus camino al trabajo , no hago más que pensar en ello y rezo casi en forma automática una y otra vez a mi Angel de la Guarda, mientras se me escapan las lágrimas.

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Esta semana comenzó la exposición de flores en Casas de lo Matta. Decidí que a pesar de la pena, debía darme una alegría y así exponer mis flores cortadas del jardín. Me levanté muy temprano y me di cuenta que a pesar de estar avanzada la primavera, habían pocas flores. Con la herramienta de podar corté unas diez flores de distintas clases y las llevé a la exposición, sólo con el ánimo de participar. Entre ellas, había cortado una rama de el arbusto más sencillo de mi jardín : jazmín siberiano.

Entregué las flores, y me dieron una invitación a la inaguración del jueves . LLegó esa noche tarde mi marido, y partí a la exposición casi al cerrar la inaguración, a ver mis flores. Tremenda fue mi sorpresa al ver me tenía 5 premios :

2 honrosos por mis altroemerias; 2 terceros premios por una camelia y una rosa que llevé, y el primer premio nada menos que por mi sencillo jazmín siberiano.

Al día siguiente que era viernes, al rezar nuevamente a mi Angel de la Guarda y al acordarme con pena de mi hijo, de alguna forma entendí , que a través de esa premiación inesperada , Dios me daba la señal que no me iba a dejar sola en esto, y me dio una cierta paz.


" Qué admirable es Tu Nombre, en toda la tierra"