lunes, 27 de diciembre de 2021

Amigo secreto, regalos fin de año en las oficinas


 Carta de un lirio al ser humano.

Hola, yo iba a ser tu único regalo de amigo secreto. Le pregunté al humano si se habían acordado reglas para esa actividad, a lo cual me respondió “sí”. Yo le recomendé cumplir con los protocolos humanos pues fue escrito que" hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"; no obstante, le pedí información de cómo es la persona a quién iba dirigido el verdadero regalo que soy yo, un simple lirio del campo, para poder escribirle y saber que mis palabras van a ser bien comprendidas.

Florezco casi a finales de invierno. Mis flores duran un solo día. A pesar de mi corta floración las personas que pasan por el lugar que habito me contemplan y mi belleza les brinda una pequeña alegría.  Lo que soy no es logro mío sino del Creador. No me preocupo de qué comer o qué vestir y mi belleza supera a la de los ropajes de los reyes, entre ellos Salomón. He sido reconocido y alabado por nuestro Creador por sobre las riquezas humanas. 

Me he preguntado muchas veces porqué el hombre le asigna precio a la naturaleza; ella es intrínsecamente valiosa. Jamás todo el dinero del hombre podrá pagar su verdadero valor. He llegado a pensar (en mi pensamiento de lirio), que estamos más cerca del Creador que el humano, a pesar de que éste fue creado a Su Imagen y Semejanza. 

El ser humano junto con asignarle precio a las cosas, lo hace con la Naturaleza y lo más triste, reconoce que también lo hace consigo mismo. La soberbia estimula su necesidad de categorizar lo existente para poder alcanzarlo. Este endiosamiento es inútil. El humano tiene una vana ilusión al creer que se posee por medio del precio a la Naturaleza; no posee ni su vida menos va a ser capaz de poseer aquello que está fuera de sí mismo.  Si el hombre viviera con la muerte aferrada a su mano, recapacitaría y se volcaría a lo verdaderamente importante.

Mis flores duran un día; mi tiempo lo uso para cumplir lo verdaderamente importante pues tengo consciencia de su escasez. La Creación no pierde tiempo en vanidades.

Curioso es el hombre. Exilia a la naturaleza constantemente de su incómodo hábitat de vanos éxitos, pero sus momentos de angustia, cansancio y crisis busca refugio en ella en forma desesperada. El humano no es leal ni generoso como es la Creación con éste pues siempre está dispuesta a acogerlo. Ella nunca le ha negado la posibilidad de disfrutar un amanecer, de sentir la cálida arena de las playas bajo sus pies, de las diversas melodías en el canto de las aves; es el mismo hombre quien le ha puesto "puertas al campo" y se vuelve esclavo de sí mismo. 

Yo habito en el antejardín (desde hace años) del humano que me está regalando. Yo nunca fui comprado. No he tenido nunca un precio. Mis ancestros vivieron en un jardín de la comuna de Providencia, en donde hoy hay un enorme Edificio con un gran suelo de cemento; ahí no crece la vida. El viejo jardinero sospechando del triste destino de su jardín, entregó a quien quisiera los  rizomas.

Se tejen las historias en forma misteriosa. Hay que estar abiertos a los misterios.

Que disfrutes tus dos regalos, y como conozco tu valor, seré yo el regalo que más vas a disfrutar.

Tu regalo secreto


domingo, 23 de mayo de 2021

Canasteando

 


Hoy me levanté temprano a pintar las paredes de mi dormitorio. Al retirar el respaldo de mi cama y sacudir el polvo acumulado, comencé a llorar. No era alergia sino que de alguna forma había conectado con algún episodio de tristeza que no me era posible identificar .Mario Benedetti sostiene   que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento. 

Pintar es un acto que  enmascara el tiempo  en las cosas y produce  la sensación que no han sufrido desgaste hasta que pasas a llevar algún objeto con la pintura  o te machas las manos y te das cuenta que bajo esa pintura el objeto y su tiempo sigue bajo esa capa de pintura y solo tú sabes qué hay en verdad  bajo de esa imagen limpia y fresca.

Seguí pintando y me acordé de una frase de la terapeuta ocupacional de uno de mis hijos : "Todo lo que hacemos tiene algún sentido" y esa frase sin que lo supiera quedó plasmada en algún lugar de  mis pensamientos y  afloró hoy.  

Qué es lo que quiero cubrir pintando mis paredes, me preguntaba hasta que de pronto me surgió una respuesta en una imagen de día atrás al reunirme con un grupo de vecinas para tejer canastos con las manos.

Cuál es la trascendencia en el acto de tejer canastos. Mis primeros canastos aún bien imperfectos no los desarmaba como lo hacían mis otras vecinas. Yo los continuaba y los terminaba aún sabiendo que no había tejido algún punto y comenzaba a tejer otro. En cada vuelta, cambio de colores, puntos y estilos siento que voy documentando  mi historia, alegrías y especialmente dolores y que quedan encerrados en esos entramados, como si ese canasto los guardara liberándome de cuestionarme pues lo que está tejido, tejido está 

Hace dos días atrás  me atreví a desarmar unos de mis canastos para volver a tejerlo. En ese acto aparecieron esas alegrias, recuerdos  y penas que al destejerlo  volvieron a hacerse presente. 

Etienne Klein tiene razón; el tiempo es un problema filosófico. El tiempo no existe pues con mis recuerdos traigo al "presente" aquello que " sucedió en el pasado" y pude sentir compasión por aquella parte de mi que vivió esa experiencia de niña y  la pude consolar. 

En esta especie de "revelación" personal me conecté con la tristeza, pero una tristeza existencial de aquellas que de alguna forma la humanidad se encuentra conectada, una "tristeza colectiva". 

Es hora de la misa de la tarde, y se oyen a los lejos replicar las campanas de la Iglesia cercana.

Sí, hoy me di cuenta que las campanas también doblan por mi.


María  

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https://www.youtube.com/watch?v=WmPMaM3II_I

martes, 16 de marzo de 2021

Para mi mamá


Mamá: 


No hemos tenido noticias directas tuyas, y es una sensación muy rara tener que entregarse a un sistema y esperar alguna señal al respecto. Nuestra experiencia hoy se divide entre lo atemporal, la parálisis de nuestras vidas y la vorágine del mundo fuera que no espera ni empatiza con nadie.

Pero sabes que como seres mágicos y trascendentes tenemos siempre nuestros aliados. 

La suave lluvia que nos visitó ayer en el jardín me contó que amaneciste con dolor y cansancio. Susurraba y me contaba de ti mientras caía entre las hojas de las rosas y las tomateras que plantó Daniel. Me dijo que soñabas con esos tiempos de tu juventud en que compartías complicidad con tu mamá, esos tiempos que te llenaban de felicidad. Y soñaste con nosotros cuando éramos niños y nos paseabas por el barrio con orgullo, por las plazas de maicillos y piletas vacías de cemento.

Los atardeceres de esos tiempos aún los recuerdo, entre rojos encendidos y arreboles que poco a poco daban paso a las estrellas de la noche que también velaban mis sueños. Esta noche desperté y no pude encontrar estrellas; pero sabía que más allá de las nubes ellas estaban presentes. 

El día está muy nublado. Con el transcurso de mi vida he aprendido a aceptarlos, que son necesarios.

No quiero cansarte, sólo quería que supieras que todos estamos preocupados y rezando por ti. Ayer mientras dormías te fue a ver un sacerdote y rezó junto a tu cama, una oración que se unió a muchos rezos; ni te imaginas la cantidad de personas que rezan por ti.

Te queremos mucho y te extrañamos; y hasta la próxima carta al viento

M Isabel.

lunes, 15 de marzo de 2021

A los doctores, enfermeras y auxiliares que tratan a mi mamá y que está internada

 Estimados: antes que nada les cuento que soy la hija mayor de M Isabel y me llamo igual.


Mi mamá jamás me perdonaría saber que no les hemos dado las gracias. Es algo tan sencilllo que cuando nos vestimos de grandezas se nos olvida

No es porque sea mi mamá, pero ella es una persona muy particular. 

Hay algo que mi mamá nunca les va a contar: ella es DOCTORA, también. Pero una doctora muy especial, que conoce y estudia los ciclos de su paciente, entiende sus tiempos y sabe que los medicamentos son solamente parte del tratamiento. El alma de un ser vivo  es  la clave de todo lo que existe y ella  lo sabe desde que nació. 

Ella es DOCTORA de plantas. Va por los jardines y bermas recogiendo semillas, sembrando, y de sus manos lo he visto, salen raíces que ayudan a trasplantar. Ella colabora con la labor de nuestro Dios, pues aquella planta o semilla jamás de manera natural llegaría a reproducirse en el lugar que ella le deja habitar. 

Mi madre no tiene dedos, tiene raíces las que cada vez que penetran en la tierra dialogan y se permiten descubrir aquello que yo aún no he podido descifrar.

En su jardín sencillo brota una infinidad de colores en las que llegan a refugiarse las aves. y llegan sin temor a quedarse.

Por favor, si quieren que ella mejore, sanen también su alma. Háblenle de flores, de la naturaleza, de los árboles, que aún el hombre es capaz de descubrir y gozar de lo sencillo. Que sus hijos tenemos todos un sello que ella nos ha marcado con cariño, y que sabemos qué es lo importante en la vida de un ser humano. Díganle que la extrañamos, la queremos, que yo la espero para una nueva aventura junto al mar y jardines coloridos y  que sus nietos y flores  también la esperan.

M Isabel.  

lunes, 15 de febrero de 2021

"Ecos y ecos" Mario Bendedetti

 


"Los ecos de ayer y de anteayer quedaron solos, sin los sonidos opacos y las voces abiertas, luego amortajadas, que los colocaron en el aire limpio. Sobreviven al pasado, son copias fidedignas pero sirven de poco, porque no palpitan, no son continuaciones sino trazos lineales de tiempo, imitaciones de lo inimitable porque su sentido real, único, original, quedó allá lejos, en el silencio del olvido.

A partir de los ecos suelen hacerse pronósticos, casi siempre falsos. ¿Por qué? Porque proponen una dicha mentirosa o la convalecencia de una soledad que no era tal. Los ecos nos siguen o más bien nos persiguen, pero su compañía, aunque sea clamorosa, nos sirve de poco. Es como una jubilación de la pobreza.
Con ellos vamos, un poco desolados, porque ansiamos verdades y no reflejos, hechos y no desechos. Nada podemos reclamarles porque son presencias fantasmales, espejos de lo que oyeron y ya no está, parodias de la muerte. Yo dejo que suenen y resuenen. Allá ellos. Yo prefiero entenderme con mis voces".