domingo, 23 de mayo de 2021

Canasteando

 


Hoy me levanté temprano a pintar las paredes de mi dormitorio. Al retirar el respaldo de mi cama y sacudir el polvo acumulado, comencé a llorar. No era alergia sino que de alguna forma había conectado con algún episodio de tristeza que no me era posible identificar .Mario Benedetti sostiene   que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento. 

Pintar es un acto que  enmascara el tiempo  en las cosas y produce  la sensación que no han sufrido desgaste hasta que pasas a llevar algún objeto con la pintura  o te machas las manos y te das cuenta que bajo esa pintura el objeto y su tiempo sigue bajo esa capa de pintura y solo tú sabes qué hay en verdad  bajo de esa imagen limpia y fresca.

Seguí pintando y me acordé de una frase de la terapeuta ocupacional de uno de mis hijos : "Todo lo que hacemos tiene algún sentido" y esa frase sin que lo supiera quedó plasmada en algún lugar de  mis pensamientos y  afloró hoy.  

Qué es lo que quiero cubrir pintando mis paredes, me preguntaba hasta que de pronto me surgió una respuesta en una imagen de día atrás al reunirme con un grupo de vecinas para tejer canastos con las manos.

Cuál es la trascendencia en el acto de tejer canastos. Mis primeros canastos aún bien imperfectos no los desarmaba como lo hacían mis otras vecinas. Yo los continuaba y los terminaba aún sabiendo que no había tejido algún punto y comenzaba a tejer otro. En cada vuelta, cambio de colores, puntos y estilos siento que voy documentando  mi historia, alegrías y especialmente dolores y que quedan encerrados en esos entramados, como si ese canasto los guardara liberándome de cuestionarme pues lo que está tejido, tejido está 

Hace dos días atrás  me atreví a desarmar unos de mis canastos para volver a tejerlo. En ese acto aparecieron esas alegrias, recuerdos  y penas que al destejerlo  volvieron a hacerse presente. 

Etienne Klein tiene razón; el tiempo es un problema filosófico. El tiempo no existe pues con mis recuerdos traigo al "presente" aquello que " sucedió en el pasado" y pude sentir compasión por aquella parte de mi que vivió esa experiencia de niña y  la pude consolar. 

En esta especie de "revelación" personal me conecté con la tristeza, pero una tristeza existencial de aquellas que de alguna forma la humanidad se encuentra conectada, una "tristeza colectiva". 

Es hora de la misa de la tarde, y se oyen a los lejos replicar las campanas de la Iglesia cercana.

Sí, hoy me di cuenta que las campanas también doblan por mi.


María  

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https://www.youtube.com/watch?v=WmPMaM3II_I