martes, 16 de marzo de 2021

Para mi mamá


Mamá: 


No hemos tenido noticias directas tuyas, y es una sensación muy rara tener que entregarse a un sistema y esperar alguna señal al respecto. Nuestra experiencia hoy se divide entre lo atemporal, la parálisis de nuestras vidas y la vorágine del mundo fuera que no espera ni empatiza con nadie.

Pero sabes que como seres mágicos y trascendentes tenemos siempre nuestros aliados. 

La suave lluvia que nos visitó ayer en el jardín me contó que amaneciste con dolor y cansancio. Susurraba y me contaba de ti mientras caía entre las hojas de las rosas y las tomateras que plantó Daniel. Me dijo que soñabas con esos tiempos de tu juventud en que compartías complicidad con tu mamá, esos tiempos que te llenaban de felicidad. Y soñaste con nosotros cuando éramos niños y nos paseabas por el barrio con orgullo, por las plazas de maicillos y piletas vacías de cemento.

Los atardeceres de esos tiempos aún los recuerdo, entre rojos encendidos y arreboles que poco a poco daban paso a las estrellas de la noche que también velaban mis sueños. Esta noche desperté y no pude encontrar estrellas; pero sabía que más allá de las nubes ellas estaban presentes. 

El día está muy nublado. Con el transcurso de mi vida he aprendido a aceptarlos, que son necesarios.

No quiero cansarte, sólo quería que supieras que todos estamos preocupados y rezando por ti. Ayer mientras dormías te fue a ver un sacerdote y rezó junto a tu cama, una oración que se unió a muchos rezos; ni te imaginas la cantidad de personas que rezan por ti.

Te queremos mucho y te extrañamos; y hasta la próxima carta al viento

M Isabel.

lunes, 15 de marzo de 2021

A los doctores, enfermeras y auxiliares que tratan a mi mamá y que está internada

 Estimados: antes que nada les cuento que soy la hija mayor de M Isabel y me llamo igual.


Mi mamá jamás me perdonaría saber que no les hemos dado las gracias. Es algo tan sencilllo que cuando nos vestimos de grandezas se nos olvida

No es porque sea mi mamá, pero ella es una persona muy particular. 

Hay algo que mi mamá nunca les va a contar: ella es DOCTORA, también. Pero una doctora muy especial, que conoce y estudia los ciclos de su paciente, entiende sus tiempos y sabe que los medicamentos son solamente parte del tratamiento. El alma de un ser vivo  es  la clave de todo lo que existe y ella  lo sabe desde que nació. 

Ella es DOCTORA de plantas. Va por los jardines y bermas recogiendo semillas, sembrando, y de sus manos lo he visto, salen raíces que ayudan a trasplantar. Ella colabora con la labor de nuestro Dios, pues aquella planta o semilla jamás de manera natural llegaría a reproducirse en el lugar que ella le deja habitar. 

Mi madre no tiene dedos, tiene raíces las que cada vez que penetran en la tierra dialogan y se permiten descubrir aquello que yo aún no he podido descifrar.

En su jardín sencillo brota una infinidad de colores en las que llegan a refugiarse las aves. y llegan sin temor a quedarse.

Por favor, si quieren que ella mejore, sanen también su alma. Háblenle de flores, de la naturaleza, de los árboles, que aún el hombre es capaz de descubrir y gozar de lo sencillo. Que sus hijos tenemos todos un sello que ella nos ha marcado con cariño, y que sabemos qué es lo importante en la vida de un ser humano. Díganle que la extrañamos, la queremos, que yo la espero para una nueva aventura junto al mar y jardines coloridos y  que sus nietos y flores  también la esperan.

M Isabel.