Reciclar, otra forma de amar

Antes de escribir al respecto, me permito hacer la siguiente reflexión. Qué agradable es poder escribir con la libertad absoluta y sincera, en una comunicación con mi yo interno. Es como lanzar una botella con un manuscrito al océano con la despreocupación de saber si alguien pudo leer lo que escribió o no, pero mi acto me sirvió para reencontrarme con mis pensamientos ..... siento una libertad infinita .....



Qué importante es tener conciencia de que cada acto o abstención tiene consecuencias absolutas en nuestro entorno.



Para mi cumpleaños pasado , me sentí en la necesidad de comprar una compostera, en vez de regalarme un perfume o un par de zapatos caros. Mi marido casi se infartó al verla en el jardín, pero la ubiqué en un lugar en donde es poco visible. Y si llegan los ratones?.- me preguntó.- No, imposible que se metan . Bueno, es tu responsabilidad .... me contestó. Comenzamos con nuestras hijas a poner los residuos del jardín y de la cocina .... todo andaba bien hasta que hubo un desequilibrio químico por mi inexperiencia, y salía mal olor ...... partí a comprar un poco de tierra de hojas y solucionado el problema ... faltaba Nitrógeno y eso hacía que se descompusiera con mal olor. No saben la alegría que sentí cuando vi los gusanos en la compostera ; ello significaba que todo estaba bien y que a la larga voy a obtener mi propio compost ( es como hacer uno mismo una torta )


Además nos preocupamos de reciclar las botellas plásticas, de leche, diarios, vidrios, involucrando a nuestros niños, para que tengan conciencia de sus actos y la importancia de los mismos.


"Qué cuesta reciclar, hay que darse la lata. Es un acto de caridad ".- sostenía mi marido en una conversación ( trabaja en una empresa de medioambiente) De la misma forma que manejar en forma irresponsable, es un pecado de acuerdo al nuevo catecismo, dañar el medio ambiente también. Preocuparse de no contaminar y de hacer algo por ello es un acto de amor , no sólo respecto de la Creación, sino respecto de nuestro prójimo ( que pueden ser tus propio hijos)



Por ello que estoy convencida que reclicar, es otra forma de amar