lunes, 2 de junio de 2014

CANTAR DE LOS CANTARES



El ensueño de la esposa 

Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; 
lo busqué, y no lo hallé. 
y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; 
por las calles y por las plazas 
buscaré al que ama mi alma;
lo busqué, y no lo hallé. 



Me hallaron los guardias que rondan la ciudad, 
y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? 


Apenas hube pasado de ellos un poco, 
hallé luego al que ama mi alma; 
lo así, y no lo dejé, 
hasta que lo metí en casa de mi madre, 
y en la cámara de la que me dio a luz. 


Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, 
por los corzos y por las ciervas del campo, 
que no despertéis ni hagáis velar al amor, 
hasta que quiera. 

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