En este confinamiento descubrí que los pájaros que habitan en mi jardín cantan no sólo en primavera.
Hay una pareja de chincoles que visitan el mandarino a diario y uno de ellos nos entrega un concierto precioso.
Los zorzales persiguen a los loros argentinos ahuyentándolos, pues vuelan hacia el madroño para comerse los frutos, árbol en que anidan .
La pareja de cuculíes (supongo es la misma de hace unos dos años ) visitan su nido y lo están acomodando, el que se encuentra entre las ramas de la flor de la pluma que acabo de podar, cuidando de no dañarlo. Son los mismos que roban los pelets de Turrón, mi perro, desparramando el plato de su comida, mientras él los observa impávido.
Los chercanes, cual gimnastas bajan por las ramas de las rosas buscando pulgones para alimentarse.
Hay picaflores muchos picaflores que nos visitan y uno de ellos muy curioso.Pasa delante de los ventanales y suspende el vuelo unos minutos para observarnos.
Hay mucha vida burbujeando, a pesar del invierno.
María
Foto del lugar en donde anidan los cuculíes
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