Avances científicos
Ayer en TV vi un programa respecto de los avances científicos. Uno de ellos era un proyecto de hacer vivir al hombre al menos 1000 años.
Un dilema !!!!
Inmediatamente pensé: si hoy la medicina a nivel mundial discrimina entre quienes pueden pagar y quienes no, sólo quienes pueden acceder a ella podrían encontrarse beneficiados por dichos avances.
Si esos avances fueran masificados, se nos vendría otro problema : nosotros podríamos vivir 1000 años, nuestros descendientes también, lo que nos acarrearía un problema ecológico : muchos habitantes – pocos recursos . Ahí entra el estado con su solución : planificación familiar no respecto de mí sólo sino respecto de todos mis descendientes ( si yo encabezo una estirpe, quizás a los míos sólo les den la posibilidad de procrear dentro del período de mil años un 0,5 por cada descendiente mío o menos, pues debido a los avances en el genoma humano quizás mis genes no serían aptos lo que cabría hacer uso de la eugenesis) .
Utilizar la eugenesis para solucionar el problema de habitabilidad en la tierra es tan inseguro e incierto, como el problema que están pasando los actuales reproductores de perros: mientras más pura es la raza, da cabida a un mayor riesgo de infertilidad y daños genéticos en las futuras generaciones.
Hay que aprender de nuestro campesinos: usan los llamados quiltros ( "quilterrier" perros de raza indefinida) para el cuidado de sus campos: feos a la mirada estética, pero tremendamente ingeniosos, territoriales (eficientes en el cuidado de los campos), fieles y poco enfermizos. (Otro “botón” en este pensamiento es la realeza europea diezmada por la hemofilia: matrimonio “inter pares”)
Gracias a Dios que por estadística yo sólo llegaría a vivir hasta los setenta años ( consecuencia : pocos años de sufrimiento y no mil, pues hay que contemplar riesgo hormonal, la angustia frente a la nada , lo que estadísticamente daría paso a caer en más de una la depresión en esa matusalémica vida)
Creo que vivir más años acarrearía materialmente, más años de infelicidad
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Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero.
En mí yo no vivo ya,
y sin Dios vivir no puedo;
pues sin él y sin mí quedo,
¿este vivir qué será?
Mil muertes se me hará,
pues mi misma vida espero,
muriendo porque no muero.
Esta vida que yo vivo
es privación de vivir;
y así es continuo morir
hasta que viva contigo;
oye, mi Dios, lo que digo,
que esta vida no la quiero:
que muero porque no muero.
Estando absente de ti,
¿qué vida puedo tener,
sino muerte padecer,
la mayor que nunca vi?
Lástima tengo de mí,
pues de suerte persevero,
que muero porque no muero.
El pez que del agua sale,
aun de alivio no carece,
que en la muerte que padece,
al fin la muerte le vale;
¿qué muerte habrá que se iguale
a mi vivir lastimero,
pues si más vivo más muero?
Cuando me pienso aliviar
de verte en el Sacramento,
háceme más sentimiento
el no te poder gozar;
todo es para más pensar,
por no verte como quiero,
y muero porque no muero.
Y si me gozo, Señor,
con esperanza de verte,
en ver que puedo perderte
se me dobla mi dolor:
viviendo en tanto pavor,
y esperando como espero,
muérome porque no muero.
Sácame de aquesta muerte,
mi Dios, y dame la vida;
no me tengas impedida
en este lazo tan fuerte;
mira que peno por verte
y mi mal es tan entero,
que muero porque no muero.
Lloraré mi muerte ya,
y lamentaré mi vida
en tanto que detenida
por mis pecados está.
¡Oh mi Dios!, ¿cuándo será
cuando y diga de vero:
vivo ya porque no muero?
_San Juan de la Cruz
