Hace unos meses fui al balneario en que veranéabamos de niños. En ese lugar me reencontré con los rincones en que nos escondíamos con los primos cuando jugábamos ; aquellas rocas que recorríamos y que muchas veces nos engañaban con seguridades resbalosas, las pozas de aguas de mar quietas que nos abrían pequeños mundos encerrados de algas, peces y mariscos ... las vertientes que caían de los cerros de bosques de pinos, y que en sus pequeños esteros se refugiaban ranas y sapos que amenizaban con su cantar las noches ..... los nidos de golondrinas a los costados de las paredes rocosas de la playa que frecuentábamos ....... las aves migratorias que tempramente se apostaban a orillas de la playa jugando con el oleaje "al píllame que me arranco " ..... las mañanas temprano en que desde la terraza veías a los buzos mariscando, y que les comprabas lo que encontraban en ese día y disponías el almuerzo ... nada de eso hay ya . La contaminación lumínica era escasa y la pureza única , por lo que a simple vista era posible ver pasar los satélites artificiales , y las estrellas fugaces . Hoy es imposible.
Llegamos a la casa que fue de mis abuelos en la V Región. La amplia terraza daba a toda la extensión del mar y los atardecer eran inconmensurables en belleza.
Toqué el timbre y
apareció la actual dueña de casa .. le dije describiendo cada una de las piezas,
que fue una vez también mía y me dejó pasar ... pero el olor de esa casa no era
el mismo , habían efectuado algunas reparaciones que restaban la armonía al
diseño que le dio originalmente mi abuelo . "Por estos lados nos tirábamos en
resbalín" le comentaba ... "debajo de esta cama hay un pasaje secreto que accede
al subterráneo que tenía la misma dimensión de la casa" ... "si subes por acá
das con el muro que lo escalas y vuelves al jardín" , le comentaba a ella, quien
me escuchaba con atención .
No era la misma
casa, y el progreso había hecho de las suyas en el balneario , pero aquél mar y
la brisa era la misma , capaz de transportarme a esos momentos de inmensa
felicidad y paz
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No hay mejor amante
que el mar ; siempre está ahí para tí . No te pide nada más que sinceridad
cuando estás con él . Te sientes libre de pasearte por la arena sin siquiera
ingresar a sus aguas y él espera
pacientemente lo que decidas hacer .Puedes conversar con él largamente subida en una de las
rocas , o bien no decir nada y aún así te comunicas con él ... dos silencios ,
dos almas .
Es generoso, pues
ofrece sus riquezas sin exigir nada a cambio, y eso hace que uno sea aún más
generoso . Es humilde en su inmensidad , y se hace pequeño en las playas
para que puedas estar con él . Puede demostrar toda su pasión en su oleaje y en
las rompientes, y en horas calmarse para que puedas contemplar la luna y las
estrellas reflejadas en sus aguas nocturnas.
amante : es el que ama
amante : es el que ama
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