sábado, 17 de mayo de 2014

LA LUNA ES CHILENA

Allá por el año1953 un chileno llamado Jenaro Gajardo Vera se transformó en el legítimo dueño de nuestro satélite natural conocido como La Luna. El método para adjudicársela fue bastante sencillo: Publicó 3 avisos en el Diario Oficial por si acaso alguien reclamaba la Luna, como nadie lo hizo procedió a inscribirla en como su propiedad en el Conservador de Bienes Raices de Talca previo desembolso de 42 pesos de la época (¿o 42.000?).Se oficializó la escritura el 25 de septiembre de 1954. 
Ese día se presentó ante el notario de Talca, César Jiménez Fuenzalida y pidió dejar constancia de que se declaraba dueño de la luna, para lo cual acreditaba que lo era desde antes de 1857 (fórmula legal utilizada en esos tiempos para sanear terrenos sin título de dominio) del satélite natural de la tierra, describiendo sus medidas y límites. 
La escritura en cuestión a la letra dice: 

dijo:Jenaro Gajardo Vera, abogado, es dueño, desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores, del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475 kilómetros, denominada Luna, y cuyos deslindes por ser esferoidal son: Norte, Sur, Oriente y Poniente, espacio sideral. Fija su domicilio en calle 1 oriente 1270 y su estado civil es soltero. Jenaro Gajardo Vera Carné 1.487.45-K Ñuñoa Talca, 25 de septiembre de 1954.

Si bien Gajardo Vera supo en todo momento que la Luna era patrimonio de la humanidad, tuvo un par de motivaciones que justificaron su compra y que explicó después:

1. Fue un acto poético de protesta en que quiso intervenir en la selección de los posibles habitantes del satélite. En sus planes estaba habitar un mundo sin violencia, envidia, odio ni vicios por el estilo. Esta es la motivación elevada.

2. La motivación mundana era que habia comprado la Luna para poder formar parte del Club Social de Talca para el cual era requisito de afiliación tener alguna propiedad.



El año 1969, antes del alunizaje del Apolo XI, el presidente Nixon envió un comunicado que se hizo llegar a Jenaro mediante la embajada norteamericana en Santiago. El comunicado decía: "Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y Armstrong en el satelite lunar que le pertenece"; a lo que nuestro Jenaro responde: "En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta Walt Withman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que me pertenece, y lo que más me interesa no es sólo un feliz descenso de los astronautas, de esos valientes, sino también un feliz regreso a su patria. Gracias , señor Presidente". Todo un visionario el hombre.

En 1967 se firmó un tratado en las Naciones Unidas que prohíbe la compraventa de objetos exteriores a la Tierra, a pesar de lo cual, en 1980, el estadounidense Dennis Hope formaliza de nuevo en una oficina del registro de San Francisco la "compra" de la Luna, dedicándose desde entonces a vender "parcelas" en suelo lunar. 

Cuenta la leyenda que un funcionario del estado , quizo que don Jenaro pagase impuesto territorial por la luna, pues su  propiedad  constaba en en el Registro de Propiedad del Conservador, a lo cual el abogado señaló que accedería previa tasación de la misma. De la curiosa petición no se supo nada.

Jenaro Gajardo dejó su Luna en testamento al pueblo chileno, expresándose de la siguiente manera en una notaría de Santiago de Chile:
"Dejo a mi pueblo la Luna, llena de amor por sus penas"

Y como en pedir no hay engaño, reclamo como patrimonio familiar, la constelaciòn de ORION. 

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