domingo, 27 de abril de 2014

ZARATUSTRA : ENVIDIA

«Y 'voluntad de igualdad' - éste debe llegar a ser en adelante el nombre de la virtud; ¡y contra todo lo que tiene poder queremos nosotros elevar nuestros gritos!» Vosotros predicadores de la igualdad, la DE
L GUERRA demenci ¡Dejadme deciros la

DE LA GUERRA Y LOS GUERREROS 


No ignoro el odio y la envidia de vuestro corazón. No sois lo
suficientemente grandes para no conocer el odio y la envidia. ¡Sed, pues,
lo bastante grandes para no avergonzaros de ello! Y si no podéis ser los
santos del conocimiento, sed, al menos, los guerreros. Los guerreros del
conocimiento son los compañeros y los precursores de aquella santidad. Veo
muchos soldados. ¡Que pueda ver muchos guerreros! Lo que llevan se llama
«uniforme»; ¡que vea lo que ocultan bajo el uniforme! Vosotros debéis ser
de los que buscan siempre con la mirada un enemigo, vuestro enemigo. Y en algunos de vosotros se descubre el odio a primera vista. Vosotros debéis
buscar a vuestro enemigo y hacer vuestra guerra, una guerra para vuestros
pensamientos. 
cantar victoria vuestra lealtada de la impotencia es lo que en vosotros reclama a gritos la «igualdad»: ¡vuestras más secretas ansias tiránícas se disfrazan, pues, con palabras de virtud!
Presunción amargada, envidia reprimida, tal vez presunción y envidia de vuestros padres: de vosotros brota eso en forma de llama y de demencia de la venganza.
Lo que el padre calló, eso habla en el hijo; y a menudo he encontrado que el hijo era el desvelado secreto del padre.
A los entusiastas se asemejan: pero no es el corazón lo que los entusiasma, - sino la venganza. Y cuando se vuelven sutiles y fríos, no es el espíritu, sino la envidia la que los hace sutiles y fríos.
Sus celos los conducen también a los senderos de los pensadores; y éste es el signo característico de sus celos - van siempre demasiado lejos: hasta el punto de que su cansancio tiene finalmente que echarse a dormir incluso sobre nieve.

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